Año 2 . NUMERO 8, MIAMI, NEW YORK, BUENOS AIRES, PARIS

Nos resultó encantador y admirable ver como este hombre tuvo la fuerza

de voluntad para cumplir con el sueño sagrado de la vocación. Una

vocación exigente y nada fácil, sobre todo en ciertas sociedades

demasiado arraigadas a lo tradicional. Por eso, no sólo fue agradable

conversar con Pedro Pablo Peña director artístico  del Festival de Danza

de Miami, que ya cumplió sus primeros diez años, también lo fue

conversar con Peña bailarín  pues es ejemplo de tesón, de perseverancia y

de agradecimiento al Dios Supremo que nos dota de maravillas y como

tales tenemos el deber de mostrar al mundo que nos rodea. 
 LtA.- Debo decir que el programa del Festival nos interesó particularmente por el aporte de los filmes que presenta ya

que por los temas que se exponen eso es cultura.
PPP.- Mi propósito con la presentación de las películas es que la gente tenga un mayor conocimiento de lo que se hace en

cine con la danza.. Todas las películas son premières: estrenos absolutos. 
LtA.- Los temas nos parecieron sumamente interesantes (ver nuestra cartelera). Por ejemplo: Nijinski que, como toda

leyenda, sus biografías tienen mucho de verdad pero también mucha fantasía. 
PPP.- Pues es la vida de Nijinski con todos sus traumas, todo ese estado de locura propia. Y de verdad es para disfrutar

mucho porque es un documento histórico. Es una oportunidad para todos y por eso lo hago. 

LtA.- ¿Cómo se despertó en usted esta vocación por la danza?

PPP.- Creo que ya vino conmigo, ya lo tenía escrito, ya venía “acuñado”, como digo yo, porque yo soy de una familia

clase pero de esas familias hispanas que para los padres el ser artista, eso, no podía ser. Imagínate: hombre, músico y

bailarín ¡Imagínate lo que representaba eso! Eso era tabú. Sin embargo, el arte estaba arraigado en mi familia. Nosotros

somos tres hermanos y los tres hemos todos incursionado en el arte. Mi hermano: diseñador gráfico muy importante y

pintor. Mi hermana fue una vez instructora de arte en Cuba y a mí el arte me ha llamado siempre la atención. Por eso

ingresé en el Conservatorio Municipal estudiando piano, pero fíjate cuando la danza te atrapa... Estaba entonces

estudiando piano y allí había unas clases de ballet que se daban arriba y yo, claro, cuando hacía sonar el piano, oía el

piano y un día se me ocurre subir siguiendo a ese piano que estaban tocando arriba y quedé prendado cuando al entrar

vi a todo el mundo haciendo clase. Aquello fue para mí como si hubiera visto, qué sé yo... Quedé prendado a tal extremo

que el piano se borró. Y entonces me presenté, a escondidas de lo que hacía, como si yo fuera un día a una clase pero me

presenté a una audición. Me compré a escondidas una malla que en aquel tiempo no eran de lycra, eran de algodón e hice

la probatoria. 

Claro, siempre tuve muchas condiciones físicas para la danza. Y cuando me hicieron la prueba, que me pararon en primera posición , con mis empeines que son casi como de mujer, me dieron beca inmediatamente. Las becas no eran fáciles de obtener siendo muchacho. ¡Y tuve beca!

Y claro, tenía que esperar que me llegara la beca por correo. Ese era el proceso. Cuando mis padres se enteraron que yo iba a estudiar ballet, me querían matar. Me rompieron la beca en mi cara. Entonces allí se me frustró un poco: no pude empezar..

De todos modos, llamado ya por esa vocación decidí irme de mi casa y ahí empecé a estudiar definitivamente. La vocación

era más fuerte que todo. Crecí como bailarín. Estudié, estudié, estudié... Recuerdo que hasta tuve que hacer múltiples

trabajos para poder pagarme las clases hasta que me hice bailarín con total libertad. Y entonces pude regresar a mi casa

sobre todo a mi padre ya que era él, en realidad, el que se oponía. ¡Lo logré! Logré con mucho esfuerzo mi carrera. ¡Al fin!

En Cuba bailé mucho y en muchos lugares: Teatro Lírico, después el Ballet Nacional de Cuba, Teatro Musical. Después

crecí un poco más y me dediqué a la coreografía: fui coreógrafo en el Teatro Musical de La Habana. Máx. tarde, pasé

momentos muy escabrosos por el sistema: el “parámetro ideológico”, una palabra que ellos usaron. Y quitaron de su

trabajo a muchos artistas, entre ellos yo. Quedé sin trabajo de bailarín por tres años. Llegó la oportunidad del Mariel, me

vine para el exilio y me radiqué en Miami a trabajar en un lugar de artículos de ballet. Ahí conocí a una profesora de ballet,

Susana Prieto y fui ballet master en su compañía y de su escuela por dos años. Comencé con mi estudio y con todo lo que

la gente más o menos sabe: Creation Ballet y Creation Art Center que yo también dirijo y después abro Miami Hispanic

Ballet y hago el Festival, como tú sabes. Y aquí estamos. 

LtA.- ¿Cuál de las ramas del ballet usted prefiere?

PPP.- Definitivamente, clásico. Por eso tengo un festival de ballet clásico. Que traiga contemporáneo y neo-clásico es

porque estoy abierto a las distintas manifestaciones porque en realidad la danza es una sola. Pero a mí me entusiasmó

siempre el clásico. ¡En cambio como coreógrafo soy contemporáneo y neo-clásico! Lo que pasa es que en Cuba los

bailarines tienen que estudiar todas las tendencias, folklore inclusive, carácter. 
LtA.- ¡Cómo en las escuelas de los grandes teatros del mundo! Y dígame, con este festival ¿cuál fue la meta que usted se

propuso? 

PPP.- Miami es una ciudad interesante, de mucha atracción, sobre todo históricamente de atracción turística. Por eso nos vimos en la necesidad de crear y recrear nuestra cultura. Había un festival de cine, otro de teatro y como yo tenía un nombre más o menos importante en este camino, me decidí a crear uno de ballet. Así que, pidiendo un préstamo en un banco y en el Miami Dade County Auditórium, empecé con un festival donde traje, creo, seis o siete compañías o grupos.

Uno de los propósitos mayores era que los bailarines hispanos, que tenemos en todas partes del mundo, se conocieran. ¡En todas las grandes compañías del mundo hay bailarines hispanos y como primeras figuras! De Argentina (que tiene una de las mejores escuelas), de Cuba, de República Dominicana,

de Chile... Y eso el mundo americano no lo sabe demasiado. Por supuesto vienen también otros de otras partes pero trato

de que vengan hispanos a representar a sus propias compañías que no son hispanas pero ellos sí lo son.

LtA.- ¿He visto que hay clases magistrales, están destinadas a la populación de Miami?

PPP.- A todos, pero Miami tiene muchos estudiantes de ballet más que bailarines.

LtA.- No tiene mucha proyección el bailarín en Miami.

PPP.- Definitivamente. Hay una o dos compañías subvencionadas.

LtA.- ¿Si tuviera que identificarse con un ballet, cuál sería?

PPP.- Me gustan mucho Giselle y Lago. Son muy completos. El bailarín se siente identificado con ellos.

LtA.- ¿Con una planta?

PPP.- Me identifico con las plantas frondosas, que sean como esa malanga.

LtA.- El Festival se está expandiendo como esa malanga...

PPP.- ¡Este año está en West Palm Beach!

LtA.- ¿Y el futuro del Festival?

PPP.- El futuro tiene que ser obligatoriamente cada día mejor. Tiene que mantener el nivel al que hemos llegado o

superarse. 

Y no nos cabe duda que así será. La personalidad de este artista lo demuestra

Palabras recogidas por La tía Ana

z
EVENTOS Y MÁS...
  7352 Gary Ave MB FL. 33141 
  Tel: 305.303.0062
Fax: # 1 305 489 0729
  eventosymasmagazine@hotmail.com
  Copyright 2003