Carta a Dios enviada por grupo de escritores
Naciones-Unidas@yahoogroups.com
Hola Dios! ¿Cómo estás?...

Te escribo para saludarte y porque ahora necesito que tu me expliques como hago para vivir… Ya que

la "canasta básica" con que me mandaste al mundo se me ha ido agotando a lo largo de estos años.



Por ejemplo, la paciencia se me acabó por completo, igual que la prudencia y la tolerancia . Ya me

quedan poquitas esperanzas y el frasquito de fé, está también vacío.



La imaginación también está escaseando por estos rumbos. También debes saber que hay cosas de la

canasta que ya no necesito como la dependencia y esa facilidad para hacer berrinches, que tantos

enojos y problemas me han ocasionado. 



Así que quisiera pedirte nuevos productos: Para empezar me gustaría que rellenaras los frascos de

paciencia y tolerancia (pero hasta el tope), y mándame por favor el curso intensivo "Cómo ser más

prudente", volúmenes 1, 2 y 3.



Envíame también varias bolsas grandes, pero "bolsones" de madurez que tanta falta me hace. También

quisiera un baúl de sonrisas , de esas que alegran el día a cualquiera. 



Te pido que me mandes dos piedras grandes y pesadas para atarlas a mis pies y tenerlos siempre sobre la

tierra.



Si tienes por ahí guardada una brújula para orientarme y tomar el camino correcto, te lo agradecería mucho.
Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en algunas ocasiones

tomé grandes cantidades y me empachó.



Nuevas ilusiones y una doble ración de fe y esperanza también me caería excelente.



Te pido también pinceles y pinturas de colores para pintar mi vida cuando la vea gris y oscura. 
Me sería muy útil un recipiente bastante grande para tirar toda la basura que anda por ahí y me hace daño.



Por favor mándame un frasco de agua bendita y una cajita de curitas para sanar mi corazón, porque

últimamente ha tropezado bastante y tiene muchos raspones.



Te pido más memoria, porque tengo el cerebro lleno de información y necesito espacio para pensar.



Te pido muchas zanahorias, para tener buena vista y no dejar pasar las oportunidades, por no verlas. 



Necesito también un reloj grande, muy grande,para que cada vez que lo vea me acuerde de que el tiempo

corre y corre y no debo desperdiciarlo.



Muy importante de acuerdo a los tiempos que nos tocan vivir ¿Podrías mandarme muchísima fuerza y

seguridad en mí mismo, ah? Sé que voy a necesitarlas para soportar los tiempos difíciles y para levantarme

cuando caiga.



También quisiera una cajita de pastillas de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño,para

que me vaya bien en la vida y te pido unas tres o cuatro toneladas de "ganas de vivir", para cumplir mis sueños

y ayudar al prójimo, sin que desconfíe.



Necesito también una pluma, como esas de antes y mucha tinta, para escribir todos mis logros y mis fracasos.
Pero más que nada, te pido que me des mucha vida, para lograr todo lo que tengo en mente y para que el

día que me vaya contigo, tenga algo que llevarte y veas que no desperdicié el tiempo aquí en la Tierra.
De antemano perdóname y gracias por lo que puedas mandarme y aprovecho para agradecerte

doblemente todo lo que me enviaste la primera vez. Pero los tiempos cambiaron, tu sabes.. Con mucho

cariño....
Tu hijo que siempre te adoro y quiere verte feliz, se podrá? 
Es una colaboración  de Naciones-Unidas@yahoogroups.com Gracias







El Tren de la Vida
Un día leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren. Una comparación extremadamente

interesante cuando es bien interpretada. Interesante, porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena

de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con

algunas subidas y bajadas tristes. 



Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas que nos harán conocer el viaje

hasta el fin: nuestros padres. Lamentablemente, ellos en alguna estación se bajarán para no volver a

subir más. 



Quedaremos huérfanos de su cariño, protección y afecto. Pero a pesar de esto, nuestro viaje deberá

continuar; conoceremos otras interesantes personas durante la larga travesía, entre ellos nuestros hermanos,

amigos y amores. Muchos de ellos sólo realizarán un corto paseo, otros estarán siempre a nuestro lado

compartiendo alegría y tristeza.



En el tren también viajarán personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite. 



Muchos se bajarán y dejarán recuerdos imborrables. 



Otros en cambio viajarán ocupando asientos, sin que nadie perciba que están allí sentados. 



Es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos deciden sentarse alejados de nosotros, en otros

vagones. Eso nos obliga a realizar el viaje separados de ellos. Pero eso no nos impedirá, aunque tal vez con

alguna dificultad, acercarnos a ellos. Lo difícil es aceptar que, a pesar de estar cerca, no podremos

sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que los acompañan. 



Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas. Sabemos que este tren

sólo realiza un viaje, el de ida. Tratemos, entonces, de viajar lo mejor posible, intentando tener una buena

relación con todos los pasajeros, procurando lo mejor de cada uno de ellos, recordando siempre que, en

algún momento del viaje, alguien puede perder sus fuerzas y deberemos entender eso. 



A nosotros también nos ocurrirá lo mismo; seguramente alguien nos entenderá y ayudará. 



El gran misterio de este viaje es que no sabemos en cual estación nos tocará descender. Pienso: Cuándo

tenga que bajarme del tren ¿sentiré añoranzas? Mi respuesta es SÍ; dejar a mis hijos viajando solos será

muy triste. Separarme de los amores de mi vida será doloroso. Pero tengo la esperanza de que en algún

momento nos volveremos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con

mucha más experiencia de la que tenían al iniciar el viaje. Seré feliz al pensar que en algo pude

colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas. 



Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas. Mi emoción

aumenta a medida que el tren va parando... ¿Quién subirá? ¿Quién será? ... Me gustaría que TÚ pensases

que el desembarcar del tren, no es sólo una representación de la muerte o él término de una historia que

dos personas construyeron y que por motivos íntimos dejaron desmoronar. Estoy feliz de ver como ciertas

personas, como nosotros, tienen la capacidad de reconstruir para volver a empezar, eso es señal de lucha

y garra, y saber vivir es poder obtener lo mejor de todos los pasajeros. 



Agradezco a DIOS porque estemos realizando este viaje juntos y, a pesar de que a veces nuestros asientos

no lo estén, con seguridad el vagón en el que vamos y el maquinista son los mismos. 


Saludos y sigamos el viaje juntos, 
Feliz viaje 

Grupo Naciones Unidas

Con la gracia de dios...

Es gracioso como es tan simple para las personas tratar a Dios  como cualquier cosa y después preguntarse

por qué el mundo esta tan mal...   



Es gracioso como podemos creer todo lo que dicen los noticieros partidistas,  pero dudamos la veracidad de

la Biblia...   



Es gracioso como todo el mundo quiere ir al cielo creyendo que no  tiene que creer, pensar o hacer lo que

dice la Biblia...  



Es gracioso como una persona puede decir "yo creo en Dios" pero aún así seguir matando, en nombre de su

verdad que para muchos es una mentira, a quien a propósito "cree" también en Dios...   



Es gracioso como un montón de chistes por mail se corren súper rápido, pero cuando empiezan a enviar

mensajes que hablan de Dios, piensan dos veces antes de leerlo y ni que hablar de compartirlo...  



Es gracioso como lo vulgar y lo obsceno se pasa por el  ciberespacio, pero la discusión publica de Jesús se

limita solo a una cocina en una fiesta o en un salón aislado.  



¿Es gracioso, verdad? ...   



Es gracioso como una persona puede ir a la iglesia todos los domingos, pero se pasa pecando todo el resto

de la semana 



¿Te estas riendo?  



Va a ser gracioso , pero a la vez lamentable, cuando no le digas a nadie de lo que leíste en este mensaje,

porque no estarás seguro de lo que ellos creen o de lo que pensaran de ti por comentárselo...          



Es gracioso, o triste pensar que puedes estar más preocupado por lo que otras personas piensan y no por lo

que Dios piensa de ti...  



¿Estás pensando? Contéstale a tu conciencia…   



¿Compartirías el respeto y admiración, por quien puso la otra mejilla para que lo abofetearan, con las

personas que quieres?  



Si así lo haces, has entendido el mensaje… 
Negar a Dios es negar la misma vida… 
De autor desconocido. Habrá sido él… 

EVENTOS Y MÁS...
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